Debates en BEA. Edición electrónica: buena para cazadores, no para recolectores

El futuro de la edición digital ha sido el tema estrella debatido en la sección “Las grandes ideas en la BEA”, la feria Book Expo America, que se celebra en New York desde el lunes 23 y que finalizará el viernes 27 de mayo. Entre las preocupaciones de los participantes también sobresales las restricciones territoriales a la venta de contenidos digitales y los comportamientos de los consumidores ante la nueva realidad de la edición digital.

El futuro de la edición digital ha sido el tema estrella debatido en la sección “Las grandes ideas en la BEA”, la feria Book Expo America, que se celebra en New York desde el lunes 23 y que finalizará el viernes 27 de mayo.
 
Una de las cuestiones que puso sobre la mesa David Steinberger, de Perseus Book Group, aborda un aspecto de la edición digital apenas tratado: ¿cómo descubrir libros electrónicos? Según Steinberger, la edición electrónica “es buena para los cazadores, pero no para los recolectores”, reflexión que contiene un irónico juicio de valor acerca de los cambios que está viviendo el sector, que acusa la aparición de nuevos actores en el proceso.  
 
También vaticinó que aumentarán las posibilidades de encontrar on line libros difíciles de hallar en ediciones en papel, lo cual supone una buena perspectiva para los fondos editoriales, algo que preocupa grandemente a los editores tradicionales. El tema de los derechos de autor no quedó excluido de las preocupaciones de los participantes y en ese sentido Steinberger opinó que los departamentos de Derechos serán mucho más importantes de aquí a cinco años. Por otra parte, él cree que los cambios en los derechos territoriales seguirán un proceso muy lento porque involucran profundamente cada parte del sistema.
 
 
 
 
La redefinición de las actitudes de los consumidores ante el cambiante mercado del libro tras la irrupción del digital fue otro de los temas abordados por los representantes de Google y Random House. Al punto, que al parecer Google ha puesto a algunos de sus mejores ingenieros a estudiar qué pasa cuándo un cliente recorre una librería.
 
La representante de Random House aseguró que cada vez es más importante para los editores comprender a los consumidores y saber qué hacen con su tiempo y en qué se gastan el dinero. Y algo que preocupa a todos pero al parecer aún no lo están explotando: las nuevas herramientas y las bases de datos que los editores pueden utilizar para comprender mejor a los compradores.
 
Evan Schnittman, director de Bloomsbury, que protagonizó la polémica sobre los contenidos del libro digital en la reciente feria del libro de Londres, cargó de nuevo contra la industria que, a su juicio, todavía no hace esfuerzos especiales por la edición digital. “Los editores aún no saben cómo vender eBooks” –dijo. Subrayó que, en cambio, a través de internet cualquiera puede encargar un libro a una librería desde Australia pero sin embargo no podría comprarlo on line. Al respecto se preguntó si los libros digitales ampliarán los derechos territoriales en lugar de destruirlos, un asunto que también preocupó a Andrew Saivakas, del periódico digital O’Reilly. A su juicio las restricciones geográficas a los contenidos digitales es una causa perdida y vaticinó que pronto se desvanecerán.

 

La BEA convoca a libreros, bibliotecarios, distribuidores y profesionales de la industria de la edición de los Estados Unidos y su comité ejecutivo está compuesto por representantes de las compañías líderes de la edición, actualmente bajo la dirección de Don Weisberg, presidente de Penguin Young Readers (Penguin Group USA) al que acompañan representantes de Macmillan, Simon & Schuster o HarperCollins, entre otros.
 
 
 

  


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