Por qué hay lectores cada vez más reacios al libro digital

La empresa publicitaria Verso Advertising, que se especializa en marketing editorial, se ha encontrado recientemente con que más de la mitad de los compradores de libros no creen "nada probable" que en los próximos doces meses vayan a adquirir un lector electrónico mientras que en 2009 esa negativa la expresaba al cuarenta por ciento de los encuestados. Laura Hazard Owen, en su habitual espacio en el periódico PaidContent sobre temas económicos del entorno digital, ha procurado encontrar una respuesta al porqué de esta resistencia de buenos lectores a migrar al eBook en una entrevista con los directivos de Verso Jack JcKeown y Denise Berthiaume. Ambos también son propietarios de una librería independiente en Long Island, en el Estado de Nueva York.

La empresa publicitaria Verso Advertising, que se especializa en marketing editorial, se ha encontrado recientemente con que más de la mitad de los compradores de libros no creen "nada probable" que en los próximos doces meses vayan a adquirir un lector electrónico mientras que en 2009 esa negativa la expresaba al cuarenta por ciento de los encuestados.
 
Laura Hazard Owen, en su habitual espacio en el periódico PaidContent sobre temas económicos del entorno digital, ha procurado encontrar una respuesta al porqué de esta resistencia de buenos lectores a migrar al eBook en una entrevista con los directivos de Verso Jack JcKeown y Denise Berthiaume. Ambos también son propietarios de una librería independiente en Long Island, en el Estado de Nueva York. 

   

 
He aquí lo que ellos piensan sobre este incremento de la resistencia de los grandes lectores de libros en papel a pasarse al libro electrónico.
  1. Lectores electrónicos y tabletas todavía no ofrecen suficientes "ventajas relativas" sobre los libros impresos para convencer a este núcleo duro de lectores de que los cambien por dispositivos electrónicos. En otras palabras, las prestaciones de un eReader no son factores suficientes como para abandonar el códice, con el efecto estereoscópico de sus dos páginas enfrentadas, el reclamo estético y táctil, y la sensación de mayor inmersión en la lectura que encuentran los férreos defensores del libro tradicional.
  2. Fatiga de la pantalla. Los lectores, en particular los muy ávidos, disfrutan de la tregua que les proporcionan los libros frente a la colección de pantallas que absorben gran parte de su jornada laboral.
  3. Los grandes lectores disfrutan la experiencia del descubrimiento al comprar en las pequeñas librerías y ponerse en contacto físico con el libro así como la interacción con los profesionales de la librería que les aporta un beneficio añadido.
La periodista añade que otro par de razones se han observado en otro grupo que es resistente a los eReaders, los adolescentes, que se quedan a la zaga del otros grupos de edades a la hora de adoptar estos dispositivos. Precisamente Kelly Gallagher, de Bowker, la semana pasada durante la conferencia Digital Book World aportó datos sobre los hábitos de compra de los adolescentes.
 
Gallagher dijo que los adolescentes utilizan la tecnología social para comunicarse y compartir cosas con sus amigos y en este sentido los eBooks no están considerados tecnología social. Un creciente número de jóvenes encuestados afirmó que existen demasiadas restricciones para usar eBooks. Esto lo declara el 14 por ciento de jóvenes en 2011 frente al 6 por ciento que pensaba así en 2010.

 


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