Una investigación muestra que el juego come espacio a la lectura en los eReaders

Los índices de adopción de nuevos dispositivos de lectura electrónica no se traducen en un número equivalente de compradores de libros electrónicos, según ha revelado Michael Norris, analista de la firma estadounidense de investigación de mercados Simba Information, en la BookExpo America (BEA) 2012, que se celebra en Nueva York del 4 al 7 de junio de 2012. Norris sostiene que otras industrias de ocio y entretenimiento, especialmente la de los juegos, han entrado en el espacio móvil y están mermando el tiempo de ocio que antes solía ocupar la lectura.

Los índices de adopción de nuevos dispositivos de lectura electrónica no se traducen en un número equivalente de compradores de libros electrónicos, según ha revelado Michael Norris, analista de la firma estadounidense de investigación de mercados Simba Information, en la BookExpo America (BEA) 2012, que se celebra en Nueva York del 4 al 7 de junio de 2012. Norris sostiene que otras industrias de ocio y entretenimiento, especialmente la de los juegos, han entrado en el espacio móvil y están mermando el tiempo de ocio que antes solía ocupar la lectura.

Chris Walters recoge la noticia en un artículo en The Digital Reader. El periodista da cuenta en él de las declaraciones realizadas por Norris, para el que existen al menos dos razones que explican este desfase entre compradores de dispositivos y de libros electrónicos. En primer lugar, aduce Norris, que algunos compradores lo que pretenden con la adquisición de nuevos eReaders es actualizar sus dispositivos. De hecho, Norris afirma que el diez por ciento de los compradores que adquirieron un Kindle Fire durante las vacaciones lo hicieron para sustituir a los dispositivos precedentes.

El segundo motivo que apunta el analista, y que coincide con uno de los últimos estudios realizados por The Book Industry Study Group (BISG) (también presentado en la BEA 2012), se relaciona estrechamente con otras industrias de ocio y entretenimiento, especialmente la de los juegos, que han entrado en el espacio móvil y se apropian del tiempo que los usuarios antes dedicaban a la lectura de libros.

Según revela Walters, tanto el analista de BISG como el de Simba Information proporcionan la misma evidencia anecdótica respecto de lo que la gente hace con sus dispositivos móviles. Ambos cponciden en afirmar que los hombres y mujeres de negocios que habitualmente están a su alrededor con tabletas o portátiles, casi siempre utilizan estos dispositivos para realizar trabajo de oficina, escribir correos electrónicos, leer periódicos digitales, jugar o ver películas, etcétera; pero rara vez están leyendo libros electrónicos.

Resultados de otros estudios, según indica el periodista, muestran que la lectura de libros electrónicos ha aumentado un poco de 2010 a 2011, pero la compra de eBooks se ha estancado. Asimismo, Walters afirma que los libros electrónicos para niños todavía necesitan tiempo para imponerse en el mercado. De hecho, y según datos de la encuesta más reciente, sólo el cuatro por ciento de los adultos encuestados afirma haberlos comprado.

Por otra parte, en consonancia con los resultados del estudio de BISG, que revelan que los propietarios de tabletas no leen en ellas, Norris indica que el cincuenta y tres por ciento de los propietarios de iPad no lee libros electrónicos en absoluto, ni en sus iPads ni en otros dispositivos.


 


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