Sobre la ergonomía de los lectores electrónicos

Dolores en la muñeca, entumecimiento y hormigueo durante la noche. Aunque estos síntomas podrían corresponderse con un sobre esfuerzo tras la práctica de algún ejercicio físico, nada más alejado de la realidad. Joanna Cabot explica en TeleRead que las molestias que ha sufrido se deben a ciertos problemas ergonómicos que ha descubierto mientras utilizaba sus dispositivos de lectura digital.

Dolores en la muñeca, entumecimiento y hormigueo durante la noche. Aunque estos síntomas podrían corresponderse con un sobre esfuerzo tras la práctica de algún ejercicio físico, nada más alejado de la realidad. Joanna Cabot explica en TeleRead que las molestias que ha sufrido se deben ciertos problemas ergonómicos que ha descubierto mientras utilizaba sus dispositivos de lectura digital.

Cuando la escritora empezó a notar síntomas de RSI (lesión por esfuerzo repetitivo) analizó sus nuevos hábitos de lectura y llegó a la conclusión de que al aumentar el tiempo de lectura en su iPad, sus molestias empezaron. “El iPad ha tenido que ser el problema, porque pesa demasiado” –dice.

A partir de ahí empezó a buscar un dispositivo que fuese más ligero como Kindle Touch o Kobo Touch. La cuestión era que ninguno de estos eReader pesaba más que un libro en formato papel, sin embargo: “¿Por qué la gente nunca ha tenido lesiones por movimientos repetitivos cuando leía libros en papel?” –se pregunta la escritora.

La respuesta, según Joanna Cabot, radica en la ergonomía y no tiene nada que ver con el peso de los dispositivos.

En primer lugar, Kindle tiene el tamaño equivalente a la página de un libro y un libro impreso son dos. “La falta de la anchura adicional era en mi opinión el problema” –señala. Más adelante, también observó que para coger el lector electrónico y pasar la página, disponía sus manos en un ángulo tal que ejercía una presión nada apropiada para las muñecas. En ese momento, la escritora decidió añadir una carcasa a su eReader, lo que aumento su tamaño en un par de centímetros y de esta manera pudo sujetarlo sin que sus muñecas formasen un ángulo inapropiado y pasar las páginas deslizando simplemente el dedo pulgar. Esta carcasa también agregó una superficie más cómoda, sobre todo en los bordes en los que descansan las manos. En este sentido, Cabot afirma que “la diferencia entre tener esas esquinas de plástico duro ejerciendo una presión sobre las palmas de mi mano en lugar de ese tacto suave era significativa [...] La carcasa hizo que leer en mi Kindle Touch fuera más cómodo”.

Para finalizar su artículo, expone otros cambios que ha introducido al leer con sus dispositivos móviles con el fin de resolver los problemas de ergonomía:

Johanna Cabot nunca pudo imaginar que estaba enfrentándose a un problema ergonómico. Siempre pensó que era una cuestión relativa al peso del aparato. Pero una vez que ha empezado a observar la disposición de sus muñecas mientras trabaja o lee y a introducir cambios en la forma de hacerlo su problema ha mejorado rápidamente.
 


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