Los líderes tecnológicos compiten por el texto digital en las aulas

Las principales empresas de tecnología estadounidenses han dado grandes pasos en su empeño por introducir las tabletas en las aulas. Poner estos dispositivos al alcance de todo el mundo es importante en la introducción de los libros de texto digitales, pero es tan sólo la punta del iceberg. La flexibilidad para poder comprar contenido por parte de las escuelas y la experiencia de los usuarios son decisivos.

Las principales empresas de tecnología estadounidenses han dado grandes pasos en su empeño por introducir las tabletas en las aulas. Poner estos dispositivos al alcance de todo el mundo es importante en la introducción de los libros de texto digitales, pero es tan sólo la punta del iceberg. La flexibilidad para poder comprar contenido por parte de las escuelas y la experiencia de los usuarios son decisivos.

Los titanes de la tecnología han comenzado la carrera por introducir en las aulas los libros de texto digitales desarrollados para tabletas . Todos están haciendo un gran esfuerzo por entrar en el sector de la educación, explica la periodista y experta en tecnología Ki Mae Heussner, en un artículo aparecido en GigaOm.

Muchas son las voces que después del lanzamiento de un nuevo dispositivo o herramienta, declaran el inminente final de los libros de texto. Así por ejemplo, la secretaria de educación en los EE.UU., Arne Duncan dijo que “en los próximos años, los libros de texto estarán obsoletos”. Pero según la periodista, los retos que esto supone para los estados y los distritos escolares son muy importantes.

Los libros de texto digitales, continúa, ofrecen una experiencia de aprendizaje que impulsa la participación, se adapta al aprendizaje de los alumnos y garantiza unos contenidos actualizados, además de un ahorro potencial en los costes, por lo menos a largo plazo. Según un informe realizado por The Digital Textbook Collaborative, que convocó la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y el Ministerio de Educación de EE.UU., implementar un cambio hacia lo digital supondría una gasto por alumno y por año de entre 250$ -unos192 €- y 1000$ -algo más de 750 €-. Ki Mae Heussner explica respecto a ello que muchos colegios no pueden afrontar sin un apoyo financiero, aunque se reduzca el precio de las tabletas.

Además de los gastos iniciales en tecnología, que supondría un modelo 1:1 en las aulas, Geoff Fletcher, director ejecutivo adjunto de la State Educational Technology Directors Association (SETDA), dijo que los modelos de adquisición de contenido para los libros de texto, hoy por hoy, no están dentro de la dinámica del mundo digital. En la mayoría de los estados, continúa Fletcher, el poder de decisión de los libros de texto que deben adquirir las escuelas recae únicamente en el Estado. Los editores de libros de texto, que durante mucho tiempo han dominado la industria de contenidos educativos, se benefician de este modelo. Pero lo que muchos estados necesitan hacer, sentencia, es fomentar el desarrollo de mercados de contenido que den a las escuelas y a sus distritos la flexibilidad necesaria para seleccionar el contenido que saben que sus estudiantes van a utilizar.

Al reto de la financiación, comenta la periodista, hay que añadirle el obstáculo de ampliar los servicios de banda ancha en muchas comunidades en las que la conectividad a internet es inadecuada. Algo que al parecer ha ido cambiando en los últimos tiempos según ha informado la SETDA.

Osman Rashid, director ejecutivo de Kno ha comentado que además de la fabricación de dispositivos y hacer disponibles los contenidos, es fundamental para que los libros de texto digitales tengan éxito, proporcionar una experiencia al usuario que atrape a los estudiantes. Así por ejemplo, a parte de Kindle Fire, otros dispositivos de Amazon que se han creado en torno al texto, no ofrecen ninguna experiencia diferente o atractiva a los estudiantes, comenta Ki Mae Heussner.

Existen iniciativas para facilitar esta transición a lo digital, entre ellas Bring Your Own Device (BYOD) [Tráete tu dispositivo]. Ésta consiste, explica la periodista, en que los estudiantes traigan sus tabletas de casa. Se han dado casos en los que esta iniciativa ha dado resultados muy alentadores, pero las escuelas deben de estar preparadas para un apoyo tecnológico y de aprendizaje adicional. No sólo es necesario un ancho de banda que pueda soportar los nuevos dispositivos, sino también preparar a los docentes para trabajar con una amplia gama de estos. Otro aspecto fundamental, añade la especialista, es que estos programas deben garantizar que los estudiantes que no dispongan de uno no se quedan atrás, incluso a largo plazo, espera Ki Mae Heussner, las escuelas podrán proporcionar tabletas a aquellos estudiantes que no tengan uno propio.


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