Factores que dificultan el despegue de las novelas transmedia

Un artículo de Erick Wecks, escritor y blogger afincado en Vancouver, que ha publicado la página web Wired, analiza el género de la novela transmedia y cuáles son los factores que están imposibilitando que se creen novelas de calidad de este tipo.

Un artículo de Erick Wecks, escritor y blogger afincado en Vancouver, que ha publicado la página web Wired, analiza el género de la novela transmedia y cuáles son los factores que están imposibilitando que se creen novelas de calidad de este tipo.

Según Henry Jenkins, decano de comunicación, periodismo y artes escénica en USC, la novela transmedia se compone de una historia cuyos elementos se combinan en dos o más tipos de medios de comunicación. Erick Wecks, opina por su parte, que además de la distribución del contenido en distintos soportes, en la mayoría de las historias transmedia es un tipo de medio el que constituye la columna vertebral de toda la narración.

El potencial de un texto que interactúe con imágenes de vídeos y otros métodos electrónicos de narración, se remonta a hace mucho tiempo, asegura este escritor: “Debería haber llegado con la web 2.0”. Mucha gente lo ha intentado, pero en su opinión, los resultados se han mantenido a un nivel amateur y los trabajos finales no han contado con la calidad de otras obras realizadas en formato papel.

Wecks piensa, que son cuatro los factores que imposibilitan la creación de novelas transmedia de calidad:

El primero, y en su opinión el más obvio, es que hasta hace bien poco la mayoría de la gente se mantenía fiel a la lectura de novelas de ficción en formato papel. No ha sido hasta la llegada de las tabletas que se ha producido el cambio necesario para que se abriera todo un mundo de posibilidades para este género.
Las dificultades técnicas que existían para incorporar otros medios dentro de los formatos tradicionales que emplean Kindle y iPad, han sido otro de los obstáculos a los que se ha tenido que enfrentar la novela transmedia. Menos mal, continúa, que recientemente han aparecido proyectos, como Without Rain There Can Be No Rainbows, en los que se han incorporado diarios en formato vídeo dentro del texto.
El siguiente escollo es el económico. Aquellos libros que incluyen juegos, animaciones, cortos, u otros medios como parte de la experiencia lectora, requieren un desembolso de capital en la fase inicial. Los editores tradicionales se muestran reticentes a invertir dinero en un modelo que todavía no se sabe si va funcionar, y la mayoría de los escritores no tiene el capital necesario para desarrollar cortos de animación o videojuegos e incorporar estos a sus obras. Sin embargo este escritor llama la atención sobre Kickstarter u otras fuentes de financiación independientes, las cuales han sacado adelante proyectos alternativos a un nivel que antes era simplemente impensable.
El último inconveniente para hacer que una novela transmedia sea una obra creativa e increíble, es la necesaria colaboración entre distintos artistas procedentes de géneros diferentes.

El peligro de trabajar en equipo es que cada género podría banalizar la obra en lugar en lugar de encumbrarla. “A menudo –subraya– , las colaboraciones terminan conformándose con un resultado mediocre en lugar de crear algo grande […] Para hacer que un proyecto de estas características funcione, cada medio tiene que emplearse para hacer aquello que se le de mejor” –afirma el escritor–. Todos aquellos artistas que estén pensado en realizar una obra con estas características –añade–, necesitarían de un escritor que apreciara los valores y las dificultades de los otros medios de comunicación, y que como si de un director de orquesta se tratase generara un todo único y coherente. 