La escritora y periodista Rosa Montero afirma que "la lectura siempre ha sido comunicación". La autora de La hija del caníbal puntualiza que "evidentemente una de las cosas maravillosas por las que necesitamos leer es porque gracias a eso no nos sentimos solos", en una entrevista realizada por la Fundación.

Rosa Montero, que participa en el nuevo proyecto de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez "Nube de lágrimas", añade que al leer "sabemos que hay otro que ha pensado, que ha sentido lo mismo que nosotros, con quien nos podemos comunicar".

La escritora, cuya novela Lágrimas en la lluvia será el eje de la investigación y experimentación en torno al primer club de lectura en la nube puesto en marcha por la Fundación, explica que "lo que pasa es que esa comunicación ha ido variando a lo largo del tiempo con los nuevos inventos y las nuevas tecnologías".

Señala que antiguamente la lectura –por ejemplo grandes libros o pergaminos a la luz de las velas– "era una experiencia completamente distinta a lo que leíamos nosotros ya de niños o de jóvenes con un libro de bolsillo y con una luz estupenda".

Para Rosa Montero, que ha publicado doce novelas para adultos, una novela juvenil, cuentos para niños, relatos, ensayos y recopilaciones de sus artículos periodísticos, "evidentemente va cambiando esa relación de comunicación que el libro te ofrece". También está convencida de que ahora las nuevas tecnologías "nos ofrecen un soporte mucho más interactivo, esa es la cuestión".

No obstante, subraya que la lectura "ha sido siempre ha sido interactiva porque el lector completa y rehace y reescribe el libro que está leyendo".

La autora, que se autodefine como "hipertecnológica" y defiende con entusiasmo la lectura en los nuevos sopotes digitales, está convencida de que la irrupción de los medios digitales facilitan "todavía más" la lectura. "Es decir –añade– si tú te metes, tú buscas, tú completas, tú haces todavía más tu libro, tu lectura, con un soporte digital, y eso me parece también un enriquecimiento" –apunta.

Rosa Montero: Lo digital potencia el valor de la lectura como comunicación