El aula del futuro, según Adam Webster

El profesor y creador del blog Cageless Thinking, Adam Webster, ha publicado un artículo en Edudemic sobre su experiencia como docente en una escuela de secundaria en Surrey, Reino Unido. Aunque la configuración ideal de un aula supondría contar con un gran espacio físico, Webster cree que utilizando la tecnología de forma correcta se puede implantar un dinámica eficaz en la clase, aunque no se disponga de muchos metros cuiadrados.

El profesor y creador del blog Cageless Thinking, Adam Webster, ha publicado un artículo en Edudemic sobre su experiencia como docente en una escuela de secundaria en Surrey, Reino Unido. Aunque la configuración ideal de un aula supondría contar con un gran espacio físico, Webster cree que utilizando la tecnología de forma correcta se puede implantar un dinámica eficaz en la clase, aunque no se disponga de muchos metros cuiadrados.

La imagen que se tiene del aula ideal, comenta este profesor, es una sala de grandes dimensiones y multidisciplinar en la que se puedan realizar además seminarios, tareas en grupo, y que disponga de áreas de trabajo privadas y otras destinadas al uso de las TICs. Pero –se pregunta Webster– ¿cuántos colegios cuentan con un espacio de estas características?

Hay que ser realista –afirma–, es imposible hacer desaparecer las paredes de las aulas, pero con un aprovechameinto adecuado de las herramientas tecnológicas, la dinámica de una clase puede cambiar considerablemente y resultar perféctamente válida.

    

Webster aconseja, en primer lugar, desterrar la imagen del profesor que se coloca frente a sus alumnos: lo mejor, en su opinión, es sentarse entre ellos, ya que esto incita al debate y mejora la calidad de lo que se comenta y se observa. Según su experiencia personal, cuando se sienta entre sus alumnos, estos se sienten más cómodos, piden respuestas de forma instantánea y puede ver in situ los trabajos o actividades que están realizando. Webster utiliza una disposición de las mesas en forma de herradura. Constata que la estrategia ha mejorado el rendimiento de los alumnos más aventajados, pero que además ha servido de ayuda para aquellos que no lo son tanto.

En cuanto a la tecnología, si el aula cuenta con una tableta, el docente puede coger un trabajo, compartirlo y analizarlo con todos los alumnos. Si la clase cuenta con un modelo 1:1 (un dispositivo por alumno) entonces se pueden utilizar herramientas como Nearpod. En este caso, la situación, explica el profesor, es la de un grupo de alumnos en el que cada uno está centrado en su dispositivo pero todos reciben la misma información. Cada estudiante responde a las preguntas de los cuestionarios de una manera totalmente anónima, pero al mismo tiempo se puede lanzar una de estas respuestas y compartirla con el resto de la clase para iniciar un debate.

En definitiva –concluye Webster–, el concepto de "aprendizaje en cualquier momento y en cualquier lugar" no quiere decir que los alumnos aprendan cuando ellos quieran, sino que tiene más que ver con hacer del aula un lugar mucho más dinámico. Sin necesidad de varios proyectores ni muchas TICs, los alumnos trabajan en grupo, estudian en privado, crean presentaciones, incluso comentan más en clase. Se trata de un aprendizaje más personalizado que se realiza en un grupo mucho más compacto y unido. Y sobre este modelo, en su opinión, debería fundamentarse el aula del futuro.
 


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