Mike Shatzkin: Las tres fuerzas que determinarán el futuro de la edición

Mike Shatzkin intenta arrojar algo de luz sobre el futuro del sector editorial en un post publicado en su blog The Idea Logical Company. En esta ocasión enumera los tres aspectos, que en su opinión, darán forma a la industria editorial en el siglo XXI: la escala o tamaño, la verticalización o especialización y la atomización o autoedición.

Mike Shatzkin intenta arrojar algo de luz sobre el futuro del sector editorial en un post publicado en su blog The Idea Logical Company. En esta ocasión enumera los tres aspectos, que en su opinión, darán forma a la industria editorial en el siglo XXI: la escala o tamaño, la verticalización o especialización y la atomización o autoedición.

En el siglo XX el tamaño de las editoriales era prácticamente un signo de éxito. Los grandes grupos contaban con más recursos para sus campañas de marketing o procesos de edición. Pero como explica Shatzkin, esta situación ha cambiado considerablemente en los últimos diez años.

En estos momentos, el sector editorial está controlado por empresas como Amazon, Apple y Google –comenta– y aunque Penguin-Random House se ha convertido en la editorial que maneja más de la mitad de los títulos comerciales del mercado, su tamaño no le permite marcar ninguna directriz a estos gigantes empresariales. Ahora bien –continúa– lo que si que puede hacer es competir con otras editoriales.

La verticalización o especialización, es otro de los aspectos que desarrolla Shatzkin en su post. Hace años –dice– la mayoría de los libros llegaban a los lectores a través de las librerías y contaban con toda una amplia variedad de géneros: novelas, memorias, guías de viajes, libros infantiles, de cocina o de baloncesto.

Ahora es Google y el resto de sus competidores los que ofrecen todo un mundo de sugerencias en torno a cualquier tema rápidamente y las librerías, su personal y las estanterías en las que las editoriales promocionaban sus títulos están desapareciendo.

La solución, explica Shatzkin, es crear un mercado centrado en una audiencia específica, una iniciativa que para él es lo que puede determinar éxito. Además –advierte– entender este concepto de verticalización puede impulsar a los editores a replantearse la forma en la que definen y construyen la marca.

Por último, Shatzkin define la automatización como otro de los aspectos que distinguen el mercado editorial. Mediante este término, el especialista se refiere a las posibilidades con las que cuenta ahora mismo cualquier persona para llevar a cabo los pasos más decisivos dentro de la edición, sin tener mucho dinero o una organización dedicada a la distribución.

La primera acción es la que practican muchos autores que han decidido autoeditar sus libros. Estos han creado un nuevo modelo comercial, donde la mayor parte del margen que se llevaban los editores en esta ocasión se divide entre ellos y la empresa minorista, que en la mayoría de las veces es Amazon.

También hay que añadir la aparición de otros creadores de contenidos como periódicos, revistas, páginas web y nuevas compañías encargadas de investigar sobre las oportunidades que ofrecen ahora los ebooks, comenta Shatzkin. Por esta razón han proliferado últimamente nuevos modelos de negocio y se está experimentando con los tipos de contenido.


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