Leer para conversar: Club de lectura digital con personas mayores

Casa del Lector ha puesto en marcha "Leer para conversar" un club de lectura digital con personas mayores del distrito madrileño de Arganzuela a cargo de profesionales del Centro de Desarrollo Sociocultural (CDS) de la Fundación en Peñaranda de Bracamonte.

 
Casa del Lector ha puesto en marcha "Leer para conversar" un club de lectura digital con personas mayores del distrito madrileño de Arganzuela, a cargo de profesionales del Centro de Desarrollo Sociocultural (CDS) de la Fundación en Peñaranda de Bracamonte.
 
Esta iniciativa, en colaboración con la Junta de Distrito de Arganzuela del Ayuntamiento de Madrid, pone en práctica en Madrid la experiencia de trece años del CDS en este tipo de actividad y las dinámicas del programa experimental Territorio eBook.
 
En el club de lectura han participado quince lectores con una media de edad de sesenta y seis años y que, por primera vez, han leído en formato electrónico, en este caso la obra Entra en mi vida, de Clara Sánchez.
 
El proyecto de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez que ahora ha desembarcado en Madrid, incluyó dos sesiones de formación de uso del dispositivo lector y cinco de conversación pautada, a cargo de profesionales del CDS, junto con el profesor de la Universidad de Salamanca, José Antonio Cordón, encargado de preparar un manual de uso del lector Kindle utilizado.
 
Florencia Corrionero, subdirectora del CDS, explica en el centro de la Fundación en Peñaranda llevan ya mucho tiempo "apostando muy fuerte por reinventar los clubes de lectura" teniendo en cuenta que los parámetros espaciales y temporales "han hecho que se cambien las estrategias de lectura, de dinamización y de coordinación de los clubes de lectura".
 
Un club de lectura, en su opinión, abonada por la experiencia, "es una fórmula que transforma el acto de la lectura que en principio es personal y es solitario en una lectura compartida". En este contexto –dice– "se lee con otros y se lee para conversar con esos otros".
 
Por su parte, María Antonia Moreno Mulas, del área de Biblioteca del CDS, señala la importancia de diseñar un club "hasta el mínimo detalle". Subraya que no es lo mismo un encuentro en un club de lectura en la nube que uno presencial, aparte de que hay que tener en cuenta la edad de los lectores y el número y las características de la obra. Según su larga experiencia, "lo que es esencial es la conversación y cómo ha ido transcurriendo la dinámica de la conversación a lo largo de las sesiones".
 
Ambas coinciden en que los encuentros con autores son fundamentales –casi insustituibles en un club– para redondear la lectura que se ha estado haciendo durante semanas. También señalan que para el autor "es siempre muy gratificante descubrir las múltiples lecturas que los lectores hacen de su novela".
 
Clara Sánchez, autora de Entra en mi vida, el libro objeto de lectura en esta etapa del club, se confiesa "una completa admiradora de los clubes de lectura" y valora que haya sido "una iniciativa que ha surgido de la gente". Clara Sánchez opina que cuando son los propios lectores los que generan estos encuentros e intercambios programados en su vida diaria en torno a un libro se forma "una marea silenciosa que ya nadie puede romper".

Por último, Florencia Corrionero destaca que la intención de esta iniciativa es una vez más "conseguir que los lectores vean y vivan la lectura de otra manera, respiren la lectura, y de esa manera la lectura se hará imprescindible". 


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