En definitiva, un libro electrónico ¿se alquila o se compra?

Cuando alluien compra un libro electrónico ¿es su poseedor o solo está pagando una licencia para hacer uso del contenido? La periodista Joanna Cabot insta a las compañías a “jugar limpio” con los consumidores y, si los considera propietarios de los libros electrónicos que compran, que se eliminen prácticas como el DRM y las restricciones de ciertos derechos, en un artículo en TeleRead, en el que expresa su opinión sobre cuál debería ser el precio de los ebooks en cualquiera de estas dos opciones.

Cuando alluien compra un libro electrónico ¿es su poseedor o solo está pagando una licencia para hacer uso del contenido? La periodista Joanna Cabot insta a las compañías a “jugar limpio” con los consumidores y, si los considera propietarios de los libros electrónicos que compran, que se eliminen prácticas como el DRM y las restricciones de ciertos derechos, en un artículo en TeleRead, en el que expresa su opinión sobre cuál debería ser el precio de los ebooks en cualquiera de estas dos opciones.

En opinión de esta periodista, en caso de que se esté adquiriendo una licencia por hacer uso del contenido el precio debería ser un indicativo de esta circunstancia. Cuando se compra y no se “alquila” un ebook y se está pagando un precio por su venta –añade– el comprador debería ser el “propietario”.

Ahora que el mercado del libro electrónico parece estar madurando –explica Cabot– cuando se cobra un precio de venta al público, parece deshonesto que se incluyan ciertos términos en las licencias de uso. Al final, lo que las editoriales consiguen es un grupo de clientes descontentos que ven cómo tienen que renunciar a una serie de derechos  que tenían cuando adquirían un libro en papel.

Por consiguiente, la periodista insta a las compañías a “jugar limpio” con los consumidores y, si se los considera propietarios de los libros electrónicos que compran, que se eliminen prácticas como el DRM y las restricciones de ciertos derechos. Ahora bien, si las empresas se mantienen en la teoría de que  lo que adquiere el consumidor es una licencia para acceder al contenido, deberá acordarse un precio en relación a esta premisa, de la misma manera que afrontó esta situaciónel mercado del vídeo doméstico y su servicio de alquiler de películas .  


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