El futuro de la librería está en la biblioteca

El mejor medio de asegurar el futuro de las librerías independientes es integrarlas con las bibliotecas, a fin de añadir al servicio de préstamo el de la venta de libros. Los lectores de libros verían así garantizado un acceso a los libros y una diversidad editorial inigualables en el conjunto del territorio. Esta es la principal conclusión del estudio «L’avenir de la librairie est dans la bibliothèque» realizado por el editor y librero de Quebec (Canadá) Serge‐André Guay, presidente de la Fondation littéraire Fleur de Lys.

 

El mejor medio de asegurar el futuro de las librerías independientes es integrarlas con las bibliotecas, a fin de añadir al servicio de préstamo el de la venta de libros. Los lectores de libros verían así garantizado un acceso a los libros y una diversidad editorial inigualables en el conjunto del territorio.

Esta es la principal conclusión del estudio «L’avenir de la librairie est dans la bibliothèque», realizado por el editor y librero de Quebec (Canadá) Serge‐André Guay, presidente de la Fondation littéraire Fleur de Lys.

Según sus cálculos, una asociación entre las librerías independientes y las bibliotecas públicas en Québec aumentaría el número de puntos de venta de libros, desde las actuales 86 librerías independientes censadas en la provincia canadiense, hasta las 805 bibliotecas públicas, que operan en algo más de 1.000 puntos de servicio.
 
La idea es básica es que el lector encuentre bajo el mismo techo el préstamo bibliotecario y la opción de compra de un libro, en una asociación entre lo público y lo privado. Aunque se reconoce que la puesta en práctica no estará exenta de problemas logísticos, las librerías independientes de Québec, que cuentan con un almacén común para responder a los pedidos, confían en dar pronta respuesta a las posibles demandas a partir de los expositores de préstamo de las bibliotecas en los que figure simplemente el lema "disponible para la venta". De esta manera las bibliotecas podrían maximizar su servicio, ofreciendo al usuario la posibilidad de adquirir su propia copia del libro que acaba de tener en préstamo o descubrir en los estantes de la biblioteca.
 
Según se afirma en el informe, “la especie 'biblioteca pública' ha aprendido a desarrollar y compartir conocimientos, y compartir la experiencia de adaptación puede salvar otra especie, la de 'librería independiente'. En la unión de estas dos especies –librerías y bibliotecas– se puede garantizar el acceso a los libros y puede haber un futuro prometedor. La ‘biblioteca y librería’ es una especie híbrida perfectamente adaptada a las nuevas realidades del libro, presentes y futuras”.
 
Una iniciativa relativamente similar viene funcionando en bibliotecas públicas de los EE.UU., en cuyas plataformas de libros electrónicos basadas en OverDrive figura la opción “Buy in” gestionada por Amazon.com. De esa manera, el usuario puede adquirir el libro si no estuviera disponible en la biblioteca o bien comprarlo con las anotaciones personales, que realizó cuando pidió en préstamo el libro, que ahora desea adquirir en propiedad.
 
En España, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Ciurana, anunció hace meses la posibilidad de abrir librerías en las bibliotecas barcelonesas, ante el cierre progresivo de varias de las librerías emblemáticas con que contaba la capital catalana.

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