Se agota el plazo para evitar la demolición de la emblemática biblioteca de la calle 42 en Nueva York

En diciembre de 2012 la New York State Office of Parks, Recreation & Historic Preservation dio luz verde a la propuesta de demolición del edificio que la Biblioteca Pública de Nueva York tiene en la calle 42. El nuevo alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha manifestado su disconformidad con este plan y está embarcado en acciones para conseguir parar esa decisión.

En diciembre de 2012 la New York State Office of Parks, Recreation & Historic Preservation dio luz verde a la propuesta de demolición del edificio que la Biblioteca Pública de Nueva York tiene en la calle 42. El nuevo alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha manifestado su disconformidad con este plan y está embarcado en acciones para conseguir parar esa decisión.

El doce de julio de Blasio dio una conferencia en las escalinatas de la NYPL en la que declaró su oposición al Plan de la Biblioteca Central (CLP);  en su opinión se observaba la intención de vender el edificio de esta biblioteca a intereses privados –explica Scott Sherman en un artículo publicado en The Nation.

Más tarde –explica Sherman– de Blasio envió una carta al alcalde de ese momento, Michael Bloomberg, en la que solicitaba un replanteamiento de la decisión y le pedía que reconsiderase una forma alternativa para preservar la valiosa colección que se almacena en este edificio de la calle 42.

La cuestión que se plantea el periodista es qué debe hacer en estos momentos el actual alcalde. En su opinión, debe redirigir los ciento cincuenta millones de dólares que asigno la administración Bloomberg al CLP. Parte de ese dinero –continúa– se debe utilizar par mejorar los sistemas de ventilación y otra parte se debe dar al resto de sucursales que tiene la Biblioteca Publica de Nueva York. El dinero restante –concluye– se podría invertir en revitalizar la biblioteca de la calle 42. Esta rehabilitación, según ha manifestado la arquitecta Ada Louise Huxtable, no supondría un coste tan elevado como el “extravagante” plan que se había propuesto para su demolición.


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