Estudio sobre las suscripciones: el punto de inflexión en el mercado del ebook

El Book Industry Study Group (BISG) acaba de lanzar un estudio en el que analiza en profundidad el modelo de suscripción y su potencial en la industria editorial. A partir de los resultados obtenidos en esta investigación parece claro que la mayoría de las editoriales acabarán aceptado inevitablemente este modelo de negocio como parte de la transformación de la impresión en papel a la edición de libros digitales.

El Book Industry Study Group (BISG) acaba de lanzar un estudio en el que analiza en profundidad el modelo de suscripción y su potencial en la industria editorial. A partir de los resultados obtenidos en esta investigación parece claro que la mayoría de las editoriales acabarán aceptado inevitablemente este modelo de negocio como parte de la transformación de la impresión en papel a la edición de libros digitales.

Ted Hill, de la consultora THA y Kate Lara, del Publishers Communication Group, han sido los encargados de realizar este estudio. En una entrevista concedida por Hill a Porter Anderson para Future Book, este explica que no existe una fórmula única en el modelo de suscripción, sino que se puede plantear de distintas maneras según las necesidades de los consumidores. La cuestión, apunta Hill, está en si los mercados son los suficientemente grandes para llegar a los distintos subconjuntos de lectores.

Nadie va a consumir desde un único medio digital –asegura Hill. La gente querrá conseguir sus películas donde adquiere sus libros, donde se hace con su música. Por lo que para conseguir un modelo de suscripción que tenga éxito, éste debe desarrollarse a partir de la elección, deseos o preferencias del consumidor.

Puede parecer que este debate acaba de surgir ahora, sobre todo a partir del lanzamiento del servicio Unlimited de Amazon, pero una de las editoriales que más han apostado por este modelo y que lleva trece años en funcionamiento es Safari Online Book, que ofrece trabajos especializados en programación y tecnología y cuyos beneficios, según asegura Andrew Savikas, no dejan de crecer. El éxito de esta plataforma está en que la mayoría de sus clientes no quiere consultar un libro de principio a fin, sino solo un capítulo o unas cuantas hojas en concreto y eso es algo que pueden hacer sin problema en Safari.

Para finalizar, el estudio BISG también se ha centrado en el modelo de suscripción en el sector académico. En un primer momento la mayoría de los editores de libros de texto utilizaron el contenido digital como una estrategia de mercado y lo veían como un material suplementario que apoyaba el texto impreso. Por esa razón en la mayoría de las ocasiones el material digital se ofrecía de forma gratuita. Pero esa situación –asegura Anderson– ha cambiado considerablemente.

Hill se cuestiona si la gratuidad en el contenido será el cebo que haga que la gente acabe pagando por servicios de calidad, o si por el contrario, arrastrará a la baja a estos contenidos, algo que aterroriza en particular a la mayoría de los editores. Por el momento –concluye– es algo que no se puede saber con seguridad.
 


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