La información sobre los resultados de esta encuesta la avanza Frank Salliau en
un artículo publicado en
SmartBook, el portal web del consorcio europeo
TISP (Technology an Innovation for Smart Publishing) en el que participa la Fundación Germán Sánchez Ruiperez.
La información capturada se centra en tres cuestiones principales: preferencias de formatos y dispositivos de lectura, hábitos de compra de libros y predisposición a pagar por los libros digitales. Los datos más significativos en relación con cada una de ellas son los siguientes:
Por lo que respecta a los soportes, el 63,3 por ciento afirma leer únicamente libros impresos. Este grupo, en el que las mujeres son mayoritarias, lee además con una frecuencia mayor que los lectores de formatos digitales, alcanzando un 38 por ciento el conjunto de los que lo hacen a diario.
En cuanto a las características más valoradas en relación con la lectura en los dispositivos tecnológicos destacan la legibilidad y la capacidad de almacenamiento, mientras que la incorporación de audio, video y juegos o la integración con redes sociales no despiertan demasiado interés.
En los hábitos de compra se sigue apreciando una mayor tendencia a la adquisición de obras en papel, si bien un cuarto de los encuestados manifiesta que compra libros electrónicos. De las respuestas obtenidas, se deduce que el porcentaje no es mayor por la aún escasa oferta de títulos digitales. La situación, de momento, no tiene impacto apreciable sobre las ventas de ejemplares impresos.
En el tercer y último aspecto analizado, la predisposición a pagar por las ediciones digitales, destacan:
- La preferencia por un sistema de pago unitario (por libro adquirido), que manifiesta un 34,5 por ciento de los encuestados, frente a otros mecanismos (los modelos de suscripción, por ejemplo, le parecen adecuados al 11,7 por ciento).
- La escasa predisposición (no supera el 15 por ciento) a pagar por el préstamo de ebooks.
- Por lo que respecta al precio, la mayoría considera razonable que el de la versión digital sea aproximadamente la mitad del establecido para la correspondiente edición impresa, dentro de una horquilla que va de los siete a los casi doce euros por ejemplar.
En la encuesta han participado más de mil personas, con edades a partir de los quince años y perfiles demográficos diversos.
