Frank Lampard, centrocampista del Manchester, ha sido nombrado nuevo embajador de la ONG National Literacy Trust para apoyar su trabajo orientado a elevar el nivel de alfabetización en el Reino Unido y motivar la lectura entre los niños desfavorecidos.

 

El deportista, de 36 años, que es padre y autor de la serie de aventuras de fútbol para niños Frankie’s Magic Football, es un defensor del trabajo del National Literacy Trust sobre fútbol y alfabetización –ha declarado la ONG en un comunicado que publica en su web.

 

Lampard fue "Reading Star" [Estrella de la lectura] del Chelsea FC en el programa benéfico Premier League Reading Stars, oportunidad en la que se unió a la autora de libros infantiles Cressida Cowell para lanzar oficialmente el programa en marzo de 2014.

  

El futbolista se mostró encantado de asumir el papel como embajador del National Literacy Trust y prestar su ayuda "para avanzar en su labor de apoyo a los niños desfavorecidos en todo el Reino Unido para que descubran el placer de la lectura y desarrollen sus habilidades lectoras".

 

Para Lampard, "la lectura debe ser un placer, no importa la edad que tengas" y opina que la campaña de lectura que involucra a las estrellas de fútbol "es un camino seguro para conseguir que los niños disfruten los libros".

 

Por su parte, Simon Morgan, jefe de Desarrollo comunitario de la Premier League, ha recordado que han venido colaborando con la National Literacy Trust desde hace más de una década. A su juicio, esa labor sigue demostrando que la Premier League y los jugadores pueden tener un impacto positivo en la dedicación de los jóvenes a la lectura, sobre todo entre los niños pequeños.

 

En tanto, el periodista Paul St John Mackintosh, comenta en TeleRead que "teniendo en cuenta los atroces hábitos de lectura de muchos hombres del Reino Unido, y los terribles niveles de analfabetismo relativo en los niveles más bajos de la sociedad británica, la intervención de Lampard no llega suficientemente a tiempo. Que haga alguna diferencia es otra historia –admite el periodista– pero toda la situación es tan grave que vale la pena probar lo que sea".