¿Cuál puede ser la labor de una librería independiente en una ciudad como Las Vegas? En el caso de Writer’s Block, al parecer no solo promover la literatura, la lectura y talleres educativos en la ciudad de los casinos, sino que también pretender impulsar una zona económica de esta ciudad.
Cuando Drew Cohen y su marido Scott Seeley abrieron Writer’s Block, no había una sola librería independiente en toda la ciudad y de no haber sido por el Downtown Project del director ejecutivo de Zappos, Tony Hsieh, tampoco habría sido posible ponerla en funcionamiento.
Downtown Project es una controvertida iniciativa multimillonaria que pretende la rehabilitación de una zona de Las Vegas. Las cabezas pensantes de este proyecto querían incluir una librería, que además de la venta de libros, tuviera un componente educativo. Por lo tanto se concedió un capital inicial y de esta manera nació Writer’s Block –informa Daniel Kalder en un artículo publicado en Publishing Perspectives.
En un primer momento Cohen quiso ofrecer una amplia selección de libros e intentar complacer incluso los gustos más selectivos, pero pronto se dio cuenta de que a sus clientes no les interesaba tanto las novelas de amor o de ficción, sino la poesía, las memorias y los libros de no ficción.
En un espacio que intenta reproducir un bosque, lleno de árboles artificiales y aves, esta pareja ofrece clases gratuitas de escritura creativa. Su intención es atraer a maestros de escuelas públicas y un taller de dos horas donde los estudiantes creen su propio libro.
Cohen explica que uno de los problemas con la escritura creativa en las escuelas es que se escribe pero luego no se hace nada con lo que se ha escrito. Por lo que en cada taller que organiza esta librería se crea un libro, un cómic o una película: "Cada niño se puede llevar lo que ha hecho a su casa” –añade Cohen.
Otro de los aspectos que Kalder destaca en su artículo, es que esta librería cuenta también con la única Expresso Book Machine de la ciudad. La idea de poner esta máquina en su librería surgió al saber el interés que despierta en los autores locales que buscan autopublicar su libro.
Esta pareja de libreros –continúa el artículo– además de ocuparse de la venta de libros, ayudar a la gente a escribir sus propias historias y realizar cursos de escritura creativa, también quiere organizar encuentros, tantos como sean posibles, para conseguir que la gente entre en la tienda, algo que consideran crucial a largo plazo.
El proyecto Downtown ha recibido, sobre todo en los últimos meses, muchas críticas e incluso medios de comunicación han informado de su fragilidad. Los propietarios de esta librería son optimistas y creen que simplemente el proyecto está evolucionando. Lo que hay que conseguir, en su opinión, es que más negocios abran e inviertan en la zona.