Existen escritores independientes que se plantean cómo aumentar sus ventas y no tienen muy claro en qué invertir los fondos limitados de los que disponen. Rich Adin parece tenerlo claro. En un artículo publicado en The Digital Reader habla sobre la importancia del buen diseño de una portada como uno de los factores primordiales para captar la atención del lector.

Hace años, cuando Rich Adin trabajaba en una editorial pequeña con un presupuesto muy ajustado, pudo comprobar que la faceta más importante en el proceso de producción era el diseño de la portada. “Si el diseño de la cubierta no hacía que el lector cogiese el libro de la estantería –asegura Adin–, daba igual si estaba bien escrito o editado, no se vendía”.

La cuestión que surge ahora en la era del libro electrónico, según Adin, es acerca de si es más importante un diseño profesional de la portada o contar con ayuda editorial.

En los últimos meses, Rich Adin ha observado cómo él y las personas de su entorno decidían comprar un libro. Los dos factores más importantes  que determinaban la decisión eran por un lado la nota publicitaria que suele aparecer en las tapas de los libros y por otro la portada. A estos les siguen las reseñas, el precio y las páginas de muestra. “Cuanta mayor sea la calidad de la portada de un libro, mayor será la probabilidad de que el libro se vea. Cuanta más información y de calidad se ofrezca en los paratextos de la cubierta, también aumentará esta probabilidad. Cuando todo esto se combina con una portada diseñada de forma profesional, el libro se vende”.

Por consiguiente, continúa Adin, según su experiencia y la observación que ha realizado en los últimos meses, invertir en un buen diseño de portada, es la mejor decisión que puede tomar un escritor independiente.

La creación de una buena portada no es tarea fácil, comenta, incluso los grandes editores tienen grandes problemas al respecto. La imagen no sólo debe ser la apropiada y transmitir la historia, sino que el tipo de letra y su colocación es también muy importante. “Muy a menudo –explica Adin– es imposible leer en la cubierta de un libro independiente por haber elegido el tipo de letra equivocada o por su combinación con la imagen”.

Rich Adin está de acuerdo en que los libros que cuentan con un diseño de portada no demasiado profesional deben venderse, pero lo que él plantea es cuántas copias más se hubieran vendido si la portada hubiera contado con un diseño profesional y fuese atractiva.