Caffeine Nights Publishing, una editorial independiente asentada en Kent (Reino Unido), que publica novela negra y ficción contemporánea, ha difundido una amarga queja sobre la falta de colaboración de las librerías independientes con los editores.

 

En una colaboración publicada en TheBookseller los responsables de la editorial relatan que una librería independiente de la localidad inglesa de Welwyn, además la única del lugar, les dio largas a la hora de responder a su petición para que un autor local pudiese firmar libros en la librería.

 

Dicen los editores que la aparición del libro había tenido buena cobertura en el periódico local, lo que prometía mejorar si se producía el encuentro del autor con sus lectores en la tienda. Sin embargo, después de tres semanas, y ante el asombro de los miembros de la editorial que llamaron para saber lo que estaba pasando, una atribulada interlocutora les informó de que el propietario había dicho que no, sin más.

 

 

"No sé si esta es una tendencia iniciada por Waterstones, pero al parecer se ha extendido a los libreros independientes" –dice Caffeine Nights Publishing.

 

Después de hacer los cálculos sobre los ingresos que la librería podría haber obtenido solo por proporcionar "un poco de espacio", sin ningún riesgo en absoluto, señala que "cuando las librerías ya no desean apoyar a los autores de su propia comunidad y obtener dinero fácil lo que hay que preguntarse es qué pretenden y cuál será su futuro".

 

"Puedo decir que no es necesario ver el mundo color de rosa o incluso a través de las gafas de Google para darse cuenta de que la desconexión entre las tiendas, la base de clientes y los editores está dejando solo una vía posible y es echar el cierre y colgar un gran cartel en letras rojas que diga «Se alquila» en la puerta" –afirma el editor.

 

También alude a la constante actitud de autocompasión de los libreros que no dejan de lamentarse porque los "libros electrónicos están matando la venta minorista de los de papel".

 

Caffeine Nights Publishing sostiene que "si los minoristas no se despiertan y me refiero a despertarse rápidamente, será demasiado tarde" y añade que "como editor de libros en papel y electrónicos nos estamos adaptando al mercado en constante cambio para sobrevivir y crecer –y crecer sin tiendas de ladrillo y cemento".

 

"Queremos trabajar con ellos. Son demasiado ignorantes, ciegos o arrogantes como para darse cuenta de que en realidad actualmente podemos funcionar sin ellos".

 

El editor afirma que le encantan las librerías y quiere que sus libros y sus autores "se comprometan con ellos y su base de clientes (en retroceso) y que crezcan en un medio saludable que reúna a las comunidades locales en torno a ellos".

 

A su juicio ese tipo de libreros quiere "ventas fáciles, sin esfuerzo... o al menos eso parece". Por otra parte espera que la reciente reestructuración de la gestión en Waterstones pueda anunciar "algo de esperanza y un nuevo compromiso con los editores y autores".