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"La respuesta de editores y bibliotecarios ante la eclosión del libro digital en España” es el lema elegido para la próxima cita de Conversaciones líquidas, que el 25 de junio de 2014 reunirá de nuevo en el CITA, de Peñaranda de Bracamonte, a un amplio grupo de expertos y profesionales de los distintos sectores implicados en la edición, distribución y promoción del libro y la lectura digitales.
Esta edición del ciclo de Conversaciones líquidas, que es la tercera, centrará la atención en la implantación de los servicios de préstamo digital en las bibliotecas. Tras las jornadas de 2012 y 2013, la presente convocatoria se plantea como un impulso a la presencia del libro electrónico en las bibliotecas españolas en condiciones razonables, tanto para editores y bibliotecas, como ventajosas para los usuarios de los servicios bibliotecarios y los lectores en general.
En Lectyo, la plataforma social creada por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, viene desarrollándose la tertulia Conversaciones líquidas, un foro complementario al encuentro presencial en el que ya se ha iniciado el debate en torno a estos temas.
En la tertulia, pese a la incertidumbre en torno a la lectura, se percibe una cierta expectación ante el momento presente y, como apunta Javier Valbuena, director del CDS, “Sin duda los próximos meses van a ser tremendamente interesantes por las puertas que se abren para la lectura digital en las bibliotecas. No sé si es tarde o temprano, yo creo que llega en el momento que existe una cierta madurez en los agentes. Lo importante es acertar con los modelos".
Para avanzar de forma certera, los contertulios también coinciden en la necesidad de compartir esfuerzos para impulsar el mercado digital.
Así lo expresa Remedios de Vicente, representante de la subdirección general del Libro de la Comunidad de Madrid, cuando afirma que no se trata solo de implementar un sistema de préstamo digital sino que “es fundamental acompañarlo de un replanteamiento de estrategias por parte de las bibliotecas y afianzar el proyecto con la colaboración y las propuestas de todos los implicados en este tema, desde las propias plataformas tecnológicas, que deben hacer un esfuerzo por adaptarse a las necesidades de la biblioteca y de sus usuarios, pasando por los editores, los profesionales que trabajamos en las bibliotecas y los lectores, que son en definitiva los que determinarán si estamos haciendo bien nuestro trabajo y cumplimos sus expectativas”.
Esta posición la comparte también Ana Cristina Gonzalo, del Instituto Cervantes, que sostiene que “ahora se nos presenta una gran oportunidad para descubrir, compartir experiencias de lectura, interactuar con los textos, recomendar, incluso promocionar, creando, de esta manera, un nuevo ecosistema de relaciones con nuestros socios donde cabe la participación de otros agentes como editores y autores. Este tipo de relación, de participación a más bandas y con más intereses quizás podría llegar a ser un factor para la creación de modelos de préstamo más ágiles”.
La mirada de Cecilia Emma Sánchez, de las Bibliotecas Municipales de Cartagena, se vuelve hacia el usuario y se pregunta “¿Para qué tener documentos que no interesan a nuestros lectores?”, recalcando así la apuesta de Cartagena por calar a fondo entre la población lectora: “Este año 2014 nos hemos volcado en la difusión y promoción del servicio, tanto en las redes sociales como físicamente en nuestras bibliotecas y estamos empezando a ver resultados. También es cierto que hemos conseguido aumentar nuestro fondo y hacerlo más atractivo, gracias a que algunas editoriales ya se empiezan a abrir a nuestro sector”.
Por su parte, José Antonio Cordón, profesor de la USAL y miembro del grupo Grupo E-lectra, recurre a las diferencias en cuanto a producción, distribución y recepción del libro y la lectura digital existentes entre el mercado estadounidense y el resto del mundo, para destacar que “la inclusión del préstamo de libros electrónicos en las bibliotecas ha sido el desencadenante del éxito de la lectura digital entre los americanos, sin ninguna duda. Y la industria editorial ha sido plenamente consciente de ello, rebajando paulatinamente el nivel de exigencias para el préstamo en bibliotecas, o favoreciendo abiertamente el mismo. Los editores han comprobado que las bibliotecas desempeñan un efecto multiplicador en la lectura y consiguientemente en la compra, y que las bibliotecas no son una opción, sino una obligación, dado que constituyen un circuito imprescindible en el desarrollo del modelo de lectura digital”.En el mismo sentido, Raquel Gómez, profesora de la USAL y miembro del grupo Grupo E-lectra, insiste en la importancia de la biblioteca como agente implicado en la construcción del lector social, como reflejan las conclusiones del proyecto Nube de lágrimas, y plantea diversos interrogantes al respecto: “¿Tenemos claras las competencias que deben tener los lectores para sacar provecho de las transformaciones? ¿Podremos aunar esfuerzos en este terreno? ¿Cómo acompañamos a los lectores en este cambio?
Estas y muchas otras cuestiones se pondrán sobre la mesa en la jornada de reflexión y debate entre editores y bibliotecarios del 25 de junio, que la Fundación Germán Sánchez Ruipérez organiza en colaboración con la dirección general de Políticas Culturales de La Junta de Castilla y León y el Gremio de Editores de Castilla y León.
Los hilos de debate también podrán rastrearse en Twitter a través del hashtag #ConvLiq14 y para más información, dirigirse a conversacionesliquidas@fundaciongsr.es
Más información sobre Conversaciones Líquidas en Lectura Lab:
Conversaciones líquidas entre editores y bibliotecas 2014:
Conversaciones líquidas entre editores y bibliotecas 2014 (I). Actualidad de la edición y la lectura digital:
Conversaciones líquidas entre editores y bibliotecas 2014 (II). Documentos recientes sobre lectura y libros digitales:
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