Rodrigo Rodríguez, director ejecutivo de Odilo, socio tecnológico del proyecto Nubeteca de la Fundación Sánchez Ruipérez y la Diputación de Badajoz, cree que esta iniciativa "tiene todos los ingredientes para poder ser un modelo de referencia" para las bibliotecas públicas.
La presentación del proyecto tuvo lugar 21 de febrero de 2015 en Don Benito (Badajoz) y supone la vinculación de Odilo, empresa española orientada hacia la innovación y el servicio a las bibliotecas, a un proyecto claramente experimental por el cual se persigue ensayar diversas soluciones para las demandas de los lectores y evaluar la pertinencia de los diseños que viene proponiendo al Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
Después del lanzamiento del proyecto, en una entrevista realizada por la Fundación, Rodríguez, aseguró que Nubeteca les parece "una experiencia única".
Afirmó que en Odilo, que cuenta con sedes en Madrid, Cartagena, Nueva York y Miami, "nunca habíamos tenido la oportunidad de ver en un mismo sitio a los bibliotecarios, a las empresas –como en nuestro caso–, a las instituciones y, sobre todo, a los lectores".
Explicó que en Odilo, empresa de tecnología, la relación suele ser siempre con el bibliotecario. "Pero ver de primera mano cómo reaccionan los lectores, cómo se enfrentan a la lectura o al acceso a dispositivos digitales y tener de primera mano qué les importa, cómo lo ven y cómo no tienen miedo a acercarse y tener todas las ventajas, es una experiencia única" –destacó Rodríguez.
Valoró también el hecho de ver a instituciones como la Fundación Germán Sánchez Ruipérez o la Diputación de Badajoz, y a todo el mundo "poniendo de su parte para tener una actitud activa ante los lectores y no esperar que los lectores demanden algo sino ponerse adelante y enseñarles lo que hay y lo que te pueden ofrecer por ellos pues también es un gran sitio para aprender".
"Nos vamos sobre todo con muchísimas lecciones aprendidas y con muchísima energía" –subrayó.
Nubeteca, un proyecto I+D+i
Rodríguez señaló como una ventaja que el modelo Nubeteca permite tener "en un mismo sitio los tres factores clave: la parte de la innovación, que es la parte que en este caso ha llevado la FGSR; el conocimiento profundo de las bibliotecas y de los lectores, que es en el que hemos contado con las bibliotecas de la Diputación de Badajoz, y por la parte Odilo que lo que vamos a hacer es la tecnología, e intentar hacer servicios que sean sencillos".
A su juicio esta iniciativa lo que está demostrando "es que podemos tomar una actitud activa y que podemos aprender mucho los unos de los otros".
El directivo de Odilo, cree que esta propuesta que comienza en Don Benito, "rompe ya un esquema", porque hace posible el acceso al libro electrónico en las bibliotecas públicas.
En especial cree que entre las novedades que trae la iniciativa sobresale "fomentar cosas que no habían llegado hasta ahora con el libro físico como es la posibilidad de comunicar".
Para Rodríguez, una de las cosas más importantes es "el poder tener un canal para comunicar lectores con bibliotecarios, o lectores de una biblioteca entre ellos, de Peñarandad de Bracamonte, Badajoz y Chile, lectores de diferentes países que conversan entre ellos y conversan con los autores".
"Es un nuevo modelo que empieza en este caso aquí hoy en Don Benito y que nosotros particularmente no hemos visto en ningún sitio de Europa ni del mundo y que estamos todos muy expectantes por conocer cómo va a evolucionar –subrayó Rodríguez– pero que desde nuestro punto de vista dentro de los países y proyectos en los que hemos operado tiene todos los ingredientes para poder ser un modelo de referencia".
