El Centro para el Futuro de las Bibliotecas de la Asociación Americana de Bibliotecarios (ALA) ha identificado una serie de tendencias que podrían ser relevantes para las bibliotecas. Repasamos en los siguientes párrafos algunas de estas tendencias: anonimato, impacto colectivo, fast casual y resiliencia y robots. 

 

El anonimato se ha convertido en un valor muy preciado en internet. Las redes sociales y las aplicaciones móviles han puesto de de manifiesto que las comunicaciones a través de ellas son muy vulnerables. «Entender el papel que el anonimato juega en la libertad intelectual y de expresión se puede hacer más importante para las bibliotecas y los bibliotecarios».

 

El modelo de impacto colectivo se define como «el compromiso de un grupo importante de actores de diferentes sectores con una agenda común para resolver un problema social concreto.» Este modelo conlleva proyectos en los que diferentes sectores se coordinan, al contrario que un modelo tradicional, donde las organizaciones actúan de manera individual. Las bibliotecas, como instituciones que colaboran en proyectos sociales, tienen en este modelo una nueva oportunidad para que sus esfuerzos tengan un mayor impacto.

 

El concepto fast casual procede del mundo de la restauración y que, a diferencia de la comida rápida como McDonals, aporta servicio de mostrador, menús personalizados y recién preparados y alimentos de mayor calidad, además de espacios de comedor acogedores. El fast casual está ligado a la tecnología y brinda a sus clientes apps de fidelidad, pedidos online y pagos a través del móvil. 

 

¿Por qué este concepto es interesante para las bibliotecas? El fast casual refleja un cambio en los valores de consumo y un deseo de experiencias más sociales y con más aspiraciones. En las bibliotecas el concepto de fast casual se traduce en acentuar no solo lo gratuito de los servicios y el valor que aportan a la sociedad, sino también el valor social y la experiencia que proporcionan los programas y servicios bibliotecarios.

 

El concepto de resiliencia, que la Real Academia de la Lengua Española define como la «capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas», se ha aplicado a los desastres naturales y a la manera en que el ser humano se enfrenta a ellos.

 

La resiliencia se alinea también con los valores de igualdad y acceso que promueven las bibliotecas, porque las sociedades resilientes optan por la igualdad la inclusión social, asegurando que se pueden adaptar a las situaciones inesperadas, según el Centro para el Futuro de las Bibliotecas.