El entorno digital ofrece nuevas maneras para que las personas disfruten de la información que les interesa. En la industria editorial todavía domina un formato de larga data, la impresión en papel, afirma Hal Robinson, experto en el diseño de la información y la publicación digital. Robinson sostiene que el reto de nuestro tiempo es aprender la mejor manera de adaptar las prácticas editoriales cuando los canales y medios de comunicación son diferentes de los de la impresión.

 

Sin embargo, en un artículo que publica en Digital Book World recuerda que esa forma de compartir información no es la más antigua, ya que la narración oral, el teatro y la música son anteriores a ella. Estos géneros hoy todavía prosperan y son acompañados por formas más nuevas, como la radio, el cine, la televisión y los medios de comunicación en línea. No obstante, en todos ellos el intercambio de información es el terreno común.

 

Robinson afirma que hay tres maneras de utilizar los medios de comunicación digital multicanal.

 

En primer lugar –dice–, puede utilizarse el mismo contenido en diferentes medios de comunicación, por ejemplo acompañando un libro impreso con una edición del mismo título en ebook o audiolibro.

 

Dado que el material sigue siendo esencialmente el mismo, el coste y la recuperación de la inversión son cálculos corrientes: mientras que el coste de un libro electrónico puede ser pequeño, la creación de un audiolibro puede ser gravosa, aunque los mercados y canales de venta para audiolibros son bien conocidos.

 

Un ejemplo común para los editores es la forma en que Penguin Reino Unido lanza productos en diferentes medios de comunicación para clásicos como Cumbres borrascosas. Aunque en este caso primero apareció la edición en tapa dura, luego el libro de bolsillo, después el audiolibro y a continuación el libro electrónico, la secuencia podría haber flluido completamente a la inversa –subraya Robinson.

 

En segundo lugar –añade el experto– existe la posibilidad de reutilizar partes o módulos del contenido original de diferentes maneras, en otras ubicaciones y contextos. Por ejemplo, un artículo sobre el Algonquin Hotel en una guía de viajes de Nueva York también puede ser adecuado para un libro o artículo sobre la historia de la literatura estadounidense. Esto siempre se ha aplicado a la fotografía, y es fácil imaginar qué vídeos o audio pueden combinarse con otros productos –apunta Robinson.

 

El tercer enfoque sobre los medios de comunicación multicanal es más estructurado y es el resultado de la planificación editorial apoyada en el entorno técnico especialmente diseñado para alcanzar los objetivos programados en primer lugar.

 

El clásico recurso periodístico de reutilizar la misma investigación para diferentes artículos puede aplicarse también a los libros, cuando la obra creativa inicial se emplea para crear nuevos productos. Una adaptación casi siempre es menos costosa que la creación de contenido nuevo.

 

Robinson pone como ejemplo una reciente exposición en el Museo Británico, comisariada por el director del museo, Neil MacGregor. La web del Museo informa sobre la exposición, solo física en origen pero ahora también virtual; ofrece el catálogo; los podcasts sobre la exposición; los programas de radio británicos que ayudaron a ponerla en marcha; y enlaces de las páginas web de las galerías del Museo y también de otros museos. Este enfoque ya se ha utilizado para otras exposiciones temáticas.

 

Es un modelo de enfoque multicanal que se sumará a los reclamos de los museos de todo tipo en el futuro –asegura Robinson. Existen oportunidades para el tratamiento análogo de casi cualquier tema también para los editores, ya que cada vez más se consideran curadores de contenido y no sólo parte de una línea de producción que acabará en una librería.