La tendencia de los smartwatches, aparatos de pulsera sensibles al tacto, está alcanzando un crescendo. En un artículo que publica en TeleRead, Paul St John Mackintosh, se pregunta si uno de los estos artefactos podría integrar un ereader.

 

Al parecer Apple esta trabajando el iWatch, Android tiene el SmartWatch y desde Microsoft hasta Samsung todos pretenden vencer los obstáculos que les impiden crear el aparato más cómodo y útil para lanzar al mercado. En principio ni el hardware ni el software son problemáticos, mientras que la memoria, la duración de la batería y la interactividad de la pantalla táctil hace tiempo que se unieron en un tamaño que podría llevarse en la muñeca.

 

Asimismo, la conexión wireless o bluetooth para descargarse ebooks tampoco es una barrera y los productos disponibles en Kindle lo están, mayoritariamente, de la misma manera en Android. Es más, tienen un consumo de memoria y necesidades de rendimiento compatibles con un aparato adaptable a la muñeca. Por otra parte, los diseños de iPod Shuffle y iPod Nano de Apple cada vez se han acercado más al ideal de un aparato "ponible", es decir fácil de llevar.

 

Sin embargo, para Mackintosh, el tamaño y el formato siguen siendo problemáticos para los lectores de ebooks. En su artículo se pregunta si puede resultar realmente cómodo leer en una pantalla tan pequeña, y destaca el esfuerzo que exigiría aguantar la muñeca a la altura de los ojos, ya que el consenso general indica que la pantalla más adecuada para los nuevos smartwatches es de 1,5 pulgadas.

 

Aunque sea un tamaño en el que leer es posible, Mackintosh duda de que sea el formato preferido para los usuarios de ereaders y concluye que a su juicio los smartwatches aportarán avances más interesantes para los smartphones que para los ereaders.