La última reunión anual del Book Industry Study Group (BISG), que se celebró el 27 de septiembre de 2013 en Nueva York, se centró en el impacto de las publicaciones electrónicas en el sector editorial. Durante este encuentro la asociación declaró su intención de marcar sus nuevas prioridades ante estos nuevos cambios.

Entre la personas que intervinieron en la conferencia, informa un artículo de Jim Milliot publicado en Publishers Weekly, se encontraban Madeline McIntosh, directora de operaciones de Penguin Random House; Simon Ross, director general de las revistas de la Cambridge University Press y Ron Schlosser, presidente ejecutivo de McGraw-Hill Education Global.

En opinión de McIntosh, el setenta por ciento de los títulos que lanza su editorial poco pueden ganar si se les añade contenido multimedia. Ahora bien, puntualizó, el treinta por ciento restante, es decir libros ilustrados para adultos e infantiles, incluso muchos de no ficción, se pueden beneficiar de ciertos tratamientos digitales. Por lo que esta editorial, aseguró, seguirá experimentando para encontrar productos que funcionen.

Ross, por su parte, dijo que los editores tenían que tomar el control de su propio futuro y señaló que los derechos de autor están en peligro. Esta editorial ha hecho todo lo posible para mantenerse al día en los cambios que ha experimentado la industria desde el establecimiento de la edición digital, comentó, pero ha observado que los precios bajos en las ediciones digitales no han reportado un aumento en las ventas.

En el sector educativo, Schlosser reconoció que las editoriales especializadas en educación no han vendido directamente a sus clientes potenciales durante años. A esto hay que añadir que los editores de materiales educativos para ciclos superiores deberían de estar preparados para desarrollar materiales que hagan del aprendizaje una tarea más sencilla.

Tras estas declaraciones, el BIGS anunció que en su nueva misión estará facilitar soluciones innovadoras y compartir soluciones que sean beneficiosas para todas la compañías y para aquellos que crean, producen y distribuyen el contenido, así como también para todas las organizaciones que los apoyan.

Entre sus nuevas iniciativas este grupo destaca:

• Fortalecer su informe sobre las actitudes de los estudiantes.
• Desarrollar mejores prácticas en modelos de suscripción.
• Propiciar una colaboración más estrecha con el W3C, una comunidad internacional que desarrolla estándares que aseguran el crecimiento de la web a largo plazo.