La AIE presentó estos resultados durante la inauguración del XXXII Seminario di Perfezionamento de la Escuela para Libreros Umberto y Elisabetta Mauri, cuyo programa finaliza el 30 de enero en Venecia.

 

 

Según la consultora Nielsen, casi 1,5 millardos de euros (exactamente 1,452); 51,7 millones de euros es la estimación para la venta de libros electrónicos en 2014; 1,2 millardos correspondieron al mercado de los libros en papel en los canales comerciales (librerías, en línea, supermercados); 111 millones de euros han pagado por los italianos por ereaders (estimación provisional de Assinform, que no ha considerado la tableta) y han gastado otros 54,3 millones en accesorios.

 

En un artículo que publica la AIE en su web señala que de la suma de factores surge un hallazgo sorprendente, y especialmente un desafío implícito: "El desafío –subraya Giovanni Peresson, responsable de la oficina de investigación de AIE– pasa por enfocar de un nuevo modo la profesión de librero o editor, innovando todos los elementos que nos obligan a mirar de manera diferente el comportamiento del lector y del cliente".

 

Para el empresario, algunos datos, tomados individualmente, pueden ser negativos, pero tomados dentro del "sistema de la lectura" permiten contar una historia diferente. La historia de una transformación".

 

 

De acuerdo con datos del Istituto Nazionale di Statistica (Istat) se ha pasado de un 43 por ciento en 2013 de italianos con más de seis años que leyeron al menos un libro al año al 41,4 por ciento de 2014. Los lectores competentes siguen siendo esencialmente estables (-0,02 por ciento), aunque el colapso se produce entre los lectores ocasionales.

 

La fotografía de la lectura en el largo plazo, entre 2010 y 2014, muestra que se han perdido algo así como 2,6 millones de lectores (10 por ciento).

 

Paralelamente, en 2014, según el Istat, ha aumentado el 32,2 por ciento la lectura de ebooks, pues casi 7 millones de italianos (el 13,1 por ciento de la población) ha leído un libro electrónico en el último año.

 

 

En 2014 los editores han producido 63.417 títulos, un 5,1 por ciento menos que en 2012 y con un precio de producción promedio de 18,14 €  (-7,2 por ciento en comparación con 2012). Paralelamente se ha producido un incremento de la producción de libros electrónicos: en 2014, se ha estimado la edición de 53.739 títulos en formato digital (excluyendo los gratuitos) en diferentes formatos (epub, pdf, mobipoket), un 88,4 por ciento más que en 2012 y con un precio de portada  promedio de 6,96 € (-22,8 por ciento que en 2012).

 

 

Según datos de la consultora Nielsen, 2014 ha cerrado con signo negativo para el libro en los canales comerciales, que ha visto disminuir en un 3,8 por ciento el volumen de negocios con el 6,5 por ciento menos de copias vendidas.

 

Los italianos compran principalmente libros en papel en cadenas de librerías  (40,6 por ciento, a pesar de un ligero descenso en comparación con 2013); un poco menos en las librerías independientes (30,7 por ciento), y cada vez más en las librerías en línea, que ahora supone el 13,8 por ciento del negocio (+8 por ciento en comparación con 2013).

 

El mercado de libros electrónicos se estima en el 4,4 por ciento del total, con unas ventas de 51,7 millones de euros (+39,4 por ciento respecto a 2013).

 

"Este marco –concluye Peresson– nos indica que hemos entrado en una nueva fase de lectura, de compras, y también de producción. Los paradigmas están cambiando. El libro no está en crisis. Estamos frente a un cambio radical en general, donde la palabra clave es innovación, para tener un lugar en una sociedad más líquida y fluida".