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El expurgo de libros poco requeridos o editados antes de 2000 en bibliotecas escolares del Estado de Wisconsin ha disparado la preocupación de padres y bibliotecarios que, al ver cómo los clásicos están siendo retirados de las escuelas, lo han denunciado ante el Departamento de Educación.
En un artículo que publica en GoodEreader, el editor Michael Kozlowski se hace eco de la preocupación ante el hecho de que trabajadores "que carecen de formación bibliotecaria y desconocen las gestión de las colecciones" están aprovechando el verano para eliminar miles de libros "a menudo sin el conocimiento del personal de la biblioteca, que está en vacaciones de verano".
Una de las escuelas más afectadas ha sido la Mitchell Middle School, donde la bibliotecaria a Gabrielle Sharrock se lamentó de que no la consultaran acerca de los libros que fueron removidos. Ha dicho que dos días después de que la escuela fuera "desbrozada" encontró docenas de cajas llenas de libros apartados para ser destruidos, y numerosos estantes vacíos en la biblioteca, de donde había desaparecido la mayor parte de la sección de no ficción.
Kozloswki apunta que a menudo las escuelas emplean un solo bibliotecario o un equipo de dos para mantener toda la colección. Con el propósito de mantener actualizada la biblioteca, trabajadores del distrito son enviados a las escuelas durante los meses de verano para que eliminen los libros no prestados durante el año escolar, los que estén estropeados o simplemente que no son considerados relevantes.
El editor señala que las bibliotecas están viendo que un número récord de clásicos seminales como La Odisea, El guardián entre el centeno o El gran Gatsby ni siquiera sn prestados una vez en un año escolar. Esto se traduce en la eliminación de algunas novelas clásicas de los estantes de las bibliotecas, que luego se venden o se ofrecen como donaciones.
Kozlowski considera preocupante el hecho y señala que "esto plantea el interesante punto de vista de cómo los estudiantes perciben ahora esas lecturas o pasan el tiempo en la biblioteca".
Menciona la opinión de un estudiante para quien de la clase de Inglés "no está pensada para hacer que uno ame los libros, sino para llegar a deconstruir la obra del autor". Sin embargo, señaló que durante toda la Secundaria, no hizo ninguna deconstrucción por su cuenta y en su lugar sólo regurgitó lo que aparecía en SparkNotes, un servicio de citas online creado por estudiantes de Harvard. Reconoce que lo hizo en parte por pereza, pero más aún porque no entendía realmente la sutlieza del libro.
Kozlowski además hace una reflexión acerca de por qué los estudiantes "odian" los clásicos. El artículo completo está disponible en este enlace. |
