El sector más tradicional se muestra silencioso, frente a los autores independientes, «muchos de los cuales ven a su comunidad formando una revuelta digital contra el establishment del mundo editorial, que antes controlaba la única forma de publicar un libro», opina Friedman, que trabaja como profesora en la Universidad de Virginia en Charlottesville y fue editora.

 

Bingham, en su faceta como escritor, publicó un libro con Penguin Random House en los Estados Unidos, pero solo la versión digital tuvo éxito, mientras que la edición en papel fue un fracaso. Los minoristas no pudieron devolver la edición en tapa dura, por lo que apenas solicitaron la edición de bolsillo posterior. De esta experiencia surgió la siguiente pregunta: ¿cuál fue la razón del fracaso cuando todos los indicios apuntaban a que podría haber ido bastante bien? 

 

La respuesta, según los autores de la encuesta es que la autoedición podría haber sido la solución. Bingham autopublicó posteriormente un nuevo título de la misma serie, aunque sigue considerándose un autor ligado a la edición tradicional.  

 

En una encuesta realizada en 2012, Bingham preguntó a los autores si, en el caso de recibir una oferta para su próximo libro de otra editorial diferente a la actual, cambiarían de editor o seguirían trabajando con él. El 40 por ciento respondió que aceptaría la nueva oferta, mientras que el 37 por ciento se mantendría; el resto no sabría qué hacer.

 

La encuesta, que puede completarse a través de internet y consiste en 32 preguntas, estará abierta durante cuatro semanas. Los resultados se publicarán lo más pronto posible, asegura Friedman, a comienzos de abril.

 

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