Camisetas a dieciocho euros y ebooks a dos, la diferencia de precio es clara. Entonces, ¿por qué a la gente no le importa pagar esa cantidad por una camiseta y se lo piensa dos veces antes de hacerse con un ebook? Beth Bacon tiene claro que el quid de la cuestión es que la sociedad actual valora más la ropa que los libros.
Esta especialista en gestión de contenidos en la plataforma editorial Booktrope, analiza en un artículo publicado en Digital Book World ambos productos, sus costes y el tiempo invertido en su fabricación y llega a la conclusión de que un libro cuesta mucho más, dura mucho más, incluso puede cambiar ciertas perspectivas en el pensamiento de una persona, pero aún así a la sociedad no le tiembla el bolsillo cuando quiere comprarse una prenda de vestir.
Un libro puede llevar varios años terminarlo; por el contrario el diseño de una camiseta puede llevar horas o días, es decir, el equivalente a diseñar la portada de un libro, por lo que el precio de una camiseta no puede atribuirse al tiempo invertido en su elaboración –explica Bacon.
Cualquier persona puede adquirir la versión de un libro como Doce años de esclavitud, de Solomon Northup, por unos noventa y nueve centavos en HarperCollins para su Nook. Un libro, que en palabras de la periodista puede hacer cambiar la forma de pensar y la perspectiva de quien lo lee. ¿Podría una camiseta durar toda la vida y tener un efecto parecido al que ejerce una lectura como esta? –se pregunta Bacon.
Para finalizar, Bacon da una solución no ausente de cierta ironía y es que las editoriales se dediquen a lanzar camisetas a dieciocho euros y de regalo que ofrezcan un ebook. |