El porcentaje de niños y jóvenes norteamericanos que ha leído un ebook casi se ha duplicado desde 2010, mientras el ochenta por ciento de los niños y niñas que leen ebooks lo hace también por placer en soporte impreso. Un cincuenta y ocho por ciento prefiere leer una obra impresa aunque esté disponible en soporte digital. Estos son algunos de los resultados más significativos de la encuesta realizada por Scholastic en los Estados Unidos para analizar las actitudes y comportamientos en relación con la lectura en el entorno familiar y con una mirada atenta al impacto del creciente uso de dispositivos electrónicos.

Scholastic, empresa líder en la publicación de materiales educativos para escuelas, profesores, y padres, acaba de publicar la 4.ª edición de su informe bianual sobre los comportamientos y actitudes de padres e hijos estadounidenses en relación con la lectura. Scholastic realizó la encuesta en el segundo semestre de 2012 en colaboración con el Grupo Harrison.

La muestra estuvo constituida por 1.074 niños y jóvenes con edades comprendidas entre los 6 y los 17 años y sus padres (2.148 participantes) y los resultados más significativos se muestran a continuación.

En lo que respecta a la lectura de ebooks…
El dato más llamativo apunta a que el porcentaje de niños y jóvenes que ha leído un ebook casi se ha duplicado desde 2010 (cuarenta y seis por ciento frente al veinticinco por ciento). Entre los niños y niñas que han leído un ebook, uno de cada cinco afirma que está leyendo más por placer, especialmente los niños; y la mitad de los encuestados con edades comprendidas entre los nueve y los diecisiete años afirma que leería más libros por placer si tuviera un mayor acceso a ebooks. La lectura en soporte electrónico la realizan fundamentalmente en casa (setenta y cinco por ciento), lo que concuerda con el grado de interés de los padres en que sus hijos lean en este soporte (un setenta y dos por ciento).

En cualquier caso, el ochenta por ciento de los niños y niñas que lee ebooks lee también por placer en soporte impreso, y un cincuenta y ocho por ciento prefiere leer una obra impresa aunque esté disponible en soporte digital. La distribución de preferencias por soporte indica que los chicos eligen el soporte electrónico para preservar su intimidad como lectores y cuando viajan, pero se decantan por el soporte impreso cuando quieren compartir su lectura con sus amigos o como lectura de cabecera.

La frecuencia de lectura y las actitudes frente a ella
Entre las chicas se ha producido una caída en el porcentaje de lectoras frecuentes desde 2010 (del cuarenta y dos por ciento al treinta y seis), así como de la lectura por placer (del setenta y uno por ciento al sesenta y seis) y de su consideración de la importancia de leer (del sesenta y dos por ciento al cincuenta y seis). En contraposición, el porcentaje de chicos que considera que la lectura por placer es importante ha aumentado desde 2010 del treinta y nueve al cuarenta y siete por ciento. La frecuencia de lectura, tanto por placer como en el ámbito escolar, es significativamente más baja entre los lectores de doce a diecisiete años que entre los lectores de seis a once años.

El papel de los padres en la práctica de lectura de sus hijos
Casi el cincuenta por ciento de los padres encuestados (en concreto, un cuarenta y nueve por ciento) considera que sus hijos no dedican suficiente tiempo a la lectura por placer, y que ocupan tiempo en exceso a los videojuegos y las redes sociales (frente al treinta y seis por ciento de 2010). Los datos demuestran además que contar con modelos lectores en casa, así como con una buena colección de obras que se enriquezca regularmente, y dedicar tiempo a la lectura en el hogar contribuye en la frecuencia lectura más positivamente que otro tipo de condicionantes, como los económicos.

El reto es, y así se apunta en la presentación de este informe, utilizar el poder y el atractivo de la tecnología para contribuir a la formación de lectores competentes.

El informe completo se puede leer en este enlace.

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