La biblioteca estadounidense de Salt Lake City ha desvelado que gasta más en adquirir libros electrónicos que en papel. Esta situación evidencia lo que apuntan algunos expertos en adquisición de material electrónico, que los sistemas de compra deben cambiar o de lo contrario las bibliotecas tendrán serios problemas.

Esta biblioteca complementó su colección en papel con más de cinco mil ebooks, todos ellos adquiridos a través de OverDrive. Esta plataforma se eligió por contar con más títulos que otros proveedores, además de por ser compatible con casi todos los e-Readers, incluido el Kindle de Amazon. Esto le supone a la Salt Lake City Library un desembolso de casi nueve mil euros al año para cubrir el contrato del servicio de compra en línea que ofrece esta empresa, además de el abono de la cuota que se aplica a cada título que se presta a los usuarios.

Las copias digitales suponen un incremento en el precio de ocho dólares más que las ediciones en papel, incluso pueden llegar a los cincuenta euros en los títulos más populares. En consecuencia, para esta biblioteca el gasto se dispara pues de cara a cubrir las demandas de sus usuarios tiene que comprar muchas copias ya que cada una de ellas dispone de un registro de salida on-line propio.

Michael Porte es Presidente de Library Renewal, un grupo sin ánimo de lucro que persigue crear una infraestructura para la adquisición de materiales electrónicos que cierre la brecha entre editores y bibliotecas. Porte declaró que los precios exorbitados del material electrónico interfieren en la labor de los sistemas bibliotecarios. En su opinión, si no se hace ningún cambio, el apoyo a las bibliotecas irá disminuyendo según pase el tiempo.

Por su parte OverDrive no revela cuánto dinero paga por cada acuerdo obtenido, ni cuánto recauda de los porcentajes que le otorga la editorial por cada título que adquiere. Tampoco desvela la cantidad que recibe por cada venta que realiza, aunque esto dependerá en todo caso del editor.