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El director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España, Antonio María Ávila, ha declarado que lo que le hace falta al sector editorial es "una cobertura normativa", en referencia a la Ley de Propiedad Intelectual, para "adaptarla a las nuevas circunstancias" y que permita el desarrollo del nuevo modelo de negocio. Ávila ha dicho que para la industria editorial no es "especialmente preocupante" el cambio del modelo de negocio al entorno digital, porque el sector lo ha hecho, "en numerosas ocasiones" y "esta es una más".
En una entrevista para Radio 5, de Radio Nacional de España en el espacio "El asunto del día" dedicado al Día Mundial del Libro y del Derecho de autor de 2012, el representante de la FGEE reconoció que "la industria del libro está con esa frágil salud de hierro que tiene, en un momento complicado por dos razones, una interna y otra externa".
Explicó que la razón externa es la crisis económica y financiera que estamos padeciendo que dentro del comercio interior de España se está notando.
Subrayó que "no era habitual que se notara en el comercio del libro, puesto que tampoco el consumo del libro es tan alto, pero las restricciones al consumo han tardado, y al final han llegado también al mundo del libro".
En cuanto a las razones internas, Ávila indicó que "estamos también en un cambio del modelo de negocio, producto de la llegada de las tecnologías, del mundo digital".
En ese sentido expresó que "no es que eso sea especialmente preocupante, porque hemos cambiado el modelo de negocio en numerosas ocasiones, esta es una más" aunque remarcó que "hoy lo que nos falta es una cobertura normativa –nos referimos a la Ley de propiedad intelectual–. Hace falta –aclaró– un cambio importante para adaptarla a las nuevas circunstancias y que permita el desarrollo de ese nuevo modelo".
Por otra parte señaló que "este realismo del comercio interior contrasta con el funcionamiento del comercio exterior" porque los editores continúan estando muy presentes en el exterior, tanto a América como a Europa.
Explicó que después de la feria del libro de Bolonia, la semana pasada los editores estuvieron en de Londres, donde acudieron "de forma masiva y además han hecho buenos negocios", lo que quiere decir "que los dos primeros meses del año en el comercio exterior han sido buenos" –aseguró Ávila.
En ese sentido añadió que "como en tantas otras ocasiones, cuando no ha funcionado bien el comercio interior, la exportación, ya sea de libros o de derechos, es la que está compensando la caída del comercio interior".
Asimismo destacó la costumbre de comprar libros el 23 de abril que está extendiéndose y aunque donde más libros se venden este día es en Cataluña lo deseable es que "eso también pasara en el resto del territorio nacional".
Por otra parte recordó que la celebración del Día mundial del Libro fue una propuesta que hizo España a través de la Asociación Internacional de Editores y que recogió la Unesco.
Asimismo aseguró que el sector está encaminado a la reestructuración del modelo de negocio porque "las nuevas tecnologías lo permiten". Explicó que antes, para vender ochocientos ejemplares de un libro el editor tenía que tirar dos mil para que los precios fueran razonables. En cambio ahora, gracias a la impresión bajo demanda se pueden tirar los ochocientos que se van a vender a precios más razonables.
Después de referirse a la enorme versatilidad del libro, que permite que haya público y nichos para todos los géneros y especialidades, admitió que "lo que sí es verdad es que estamos en ese cambio de modelo en el que junto al papel hay que ir migrando hacia la parte digital, porque muchos de los subproductos que hacemos tienen ahora más cabida en el digital que en del papel".
Reseñó que en España actualmente lo que predomina es la lectura de novela, ya sea en papel o en digital, aunque sostuvo que parece razonable que el para el mundo de las referencias, por ejemplo la enciclopedia, sea mucho mejor el mundo digital "porque puede tener una actualización en tiempo real". Ávila afirmó que "lo normal es que ambos se complementen y vivan juntos".
También destacó que en España "se va leyendo cada vez más", según lo recogen las encuestas que la propia Federación hace todos los años desde 2000.
Hizo notar que las medias son más bajas que las europeas "porque tenemos un retraso histórico que no hemos recuperado. Nuestra alfabetización ha sido veinte o veinticinco años más tardía que la del resto de Europa".
Igualmente mencionó que la infraestructura relacionada con la lectura, como bibliotecas públicas, bibliotecas escolares, o bibliotecas universitarias "están muy retrasadas" y " siguen siendo insuficientes" y recordó que solo recientemente –en los últimos diez-quince años ha habido la creación de una red de bibliotecas públicas".
Por último afirmó que los jóvenes entre diez y catorce años en un ochenta por ciento "son plenamente europeos" en cuanto a niveles de lectura mientras que los menos lectores, son las personas mayores, que están por debajo de la media europea lo que significa que " todavía hay labor y trabajo que hacer".
La entrevista completa está disponible en este enlace.
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